Es una indetenible tendencia que el aprendizaje en base a juegos (Game based / Gamification) se han convertido en una herramienta importante en los entornos digitales de formación y enseñanza. Las evidencias avalan el hecho que disfrutar el aprendizaje aumenta el compromiso, el interés y la retención del que aprende, lo cual, indiscutiblemente sería una buena razón para considerar esta modalidad en nuestro sistema de formación y desarrollo de personas. Aunque la idea de incluir juegos en los eventos de enseñanza y aprendizaje no es nuevo, existen innumerables estudios que avalan el poder del juego en la adquisición de habilidades y en el desarrollo del conocimiento. Comprobado está que refuerza la memoria, mejora las funciones cognitivas, promueve la colaboración entre otros muchos resultados positivos.
Mantengamos esta premisa en mente, cuando pensemos en la aplicación de juegos como una ventaja en eventos de aprendizaje. A las personas les gusta interactuar en un juego con propósitos educacionales. Ellos no juegan para ganar, si no, para aprender, reforzar, para sentir la satisfacción del logro. Me refiero a esa emoción de resolver un problema o completar una tarea. Adicionalmente, ellos quieren que lo aprendido sea aplicable al mundo real, su trabajo, sus intereses, junto con el beneficio asociado de avance y progreso.
Ahora me toca hacer una diferenciación entre el aprendizaje basado en juegos y la gamificación, señalada en artículo reciente de Ensynctraining. Por una parte, el primero es la integración de juegos dentro de la experiencia educativa, usualmente usado para enseñar una habilidad específica o lograr un objetico particular. Este método brinda la oportunidad al que aprende, de involucrarse en el proceso de aprendizaje de manera divertida. Mientras que la segunda, brinda la oportunidad de aplicar propuestas y mecánicas de game based a temas distintos a los juegos, para propiciar la motivación y participación del que aprende. La meta de la gamificación es inspirar a los que apanden a participar e interactuar con otros personas en una actividad o comunidad. En otras palabras, es el uso partes, elementos o técnicas de juegos en la acción de aprendizaje.
Los entornos empresariales, una de las primeras experiencias de los trabajadores con el aprendizaje es conocer y cumplir con aspectos mínimos requeridos para cumplir con sus puestos de trabajo, tales como normas, procedimientos operativos, condiciones, actitudes, conocimientos, etc., y aquellos aspectos normativos de ley y regulaciones. Es verdad que este tipo de entrenamiento es aburrido y fastidioso, sin un claro enlace con el negocio o con el empleado. Dado que este tipo de aprendizaje no está regularmente diseñado para enganchar al empleado ni tampoco para cambios de actitud o conductas, la empresa no suele esperar nada más allá que completar el curso o taller. Por ejemplo, un grupo de trabajadores pueden ir a un curso de montacargas y pasar la prueba, pero mientras la empresa no pueda demostrar que la formación resultó en un manejo seguro y eficiente de los montacargas, esta formación no muestra ningún beneficio o ROI.
Definitivamente los Responsables de Formación, Aprendizaje y Deasarrollo en cualquiera sea nuestro marco de acción, educación, industrial, consultoría, servicios, tenemos y contamos con herramientas que facilitan las acciones de aprendizaje, mejoran la comunicación y refuerzan los comportamientos deseados, maximizando el impacto en los indicadores del negocio. Ahora os dejo unas cuantas preguntas para reflexionar.
Grandes Preguntas:
¿Está su formación mínima requerida alineada con las metas de su negocio?
¿Aplicais los mismos principios y recursos a la formación de cumplimiento obligatorio de la misma manera que otro tipo de formación?
¿Estamos en capacidad de crear y difundir contenido relevante que enganche?
¿Comprenden los estudiantes/trabajadores el porqué la formación de cumplimiento obligatorio es importante para ellos(as) y para la empresa?
¿Aprovechais los momentos de necesidad para enseñar?